domingo, 20 de noviembre de 2011

tratado hughes-peinado

Puntos básicos del Plan Hughes-Peynado

Este plan, ponía como príncipales puntos básicos, los siguientes:
  • Nombrar un presidente provisional que se encargaría de organizar las elecciones nacionales.
  • Celebrar las elecciones.
  • Reconocimientos de los actos legales realizados por el Gobierno Militar a favor de terceros.
  • Reconocimiento de validez de las emisiones de empréstito contratadas durante los años de ocupación.
  • Reconocimiento de las tarifas aduanales, establecidas por el Gobierno Militar en 1919 y que favorecían a más de 945 productos norteamericanos.
  • Después de celebradas las elecciones las tropas norteamericanas se retirarían del país.

lideres nacionalistas

americo lugo

Primeros años

Lugo nació en la ciudad de Santo Domingo, sus padres fueron Don Joaquín Lugo Alfonseca y Cecilia Herrera Veras. Tuvo tres hermanos: Ana Teresa, Felíx Santiago y Manuel Joaquín. Realizó sus estudios básicos y secundarios en Santo Domingo, y obtuvo los títulos de Bachiller en Ciencias y Letras en 1886, Licenciado en Derecho 1890 y Doctor en Derecho 1916, éstos dos últimos en el "Instituto Profesional".

Como funcionario público

Lugo, tuvo la oportunidad de representar a República Dominicana, como servidor público en el "Congreso de Delegados de Latinoamericanos", la cual fue celebrada en 1909 en Río de Janeiro, Brasil; también participó en la Cuarta Conferencia Panamericana de Buenos Aires, Argentina en 1910.Fue "Consejero de las Delegaciones Dominicanas" en Europa y Estados Unidos.

Como periodista

Fundó el "Periódico Patria" en 1922. Además, colaboró con el Listín Diario, "El Tiempo", "Nuevo Régimen" y "El Progreso", así como varias revistas, tanto nacionales como internacionales, especializadas en historia y literatura.

Como político

Desde los inicios de la Intervención Norteamericana, mostró su rechazo, y en conjunto con otros grandes de la literatura dominicana, formó parte del llamado Unión Nacional Dominicana, el cual tenía como principal objetivo lograr que los norteamericanos desocuparan el país.

Antitrujillista

A la llegada de Rafael Leonidas Trujillo, Lugo rechazó al gobierno de dictadura, lo cual lo llevó a rechazar una tentadora propuesta económica de Trujillo, de escribir la historia oficial dominicana del pasado y del presente, lo cual no aceptó, con lo que fue puesto en la lista de los enemigos de Trujillo y de su gobierno.

Obras publicadas

Tanto sus obras literarias y sus investigaciones históricas, se caracterizaron por la erudición, su sentido crítico, con el cual analizó muchos de los capítulos de la historia dominicana, y por la pureza y agilidad de su prosa. Dentro de sus obras e investigaciones se encuentran:

 fabio fiallo

Nacionalismo

La comprometida actividad política de Fabio Fiallo limitaba su carrera de poeta. Estuvo preso por defender la nacionalidad dominicana ante la intervención estadounidense de 1916 a 1924. Fue fundador de los periódicos El Hogar (1894), La Bandera Libre (1899), La Campaña (1905) y Las Noticias (1920) y colaborador del Listín Diario y El Lápiz.
Fue apresado en los últimos meses de 1900 junto a Arturo Pellerano Alfau, director del Listín Diario durante la escalada represiva contra la prensa del gobierno liberal de Juan Isidro Jiménes.2
Fue miembro de la Asociación Nacional de la Prensa, dirigida en 1916 por Arturo J. Pellerano Alfau y a la que pertenecieron también Américo Lugo, Conrado Sánchez, Juan Durán, Manuel A. Machado y Félix Evaristo Mejía, entre otros. A través de esta agrupación se realizaron las primeras denuncias a la comunidad internacional en oposición a la ocupación de Estados Unidos en la República Dominicana.
Fabio Fiallo junto a periodistas de la época en Santo Domingo, República Dominicana
En 1916, un simple comisario de policía, recibiendo órdenes del poder intervendor, bajo el infundado alegato de estar involucrado en el movimiento revolucionario iniciado el 14 de abril que encabezaba Desiderio Arias, apresó a Fiallo, siendo recluido en el homenaje (Fortaleza Ozama) junto al periodista venezolano Manuel Flores Cabrera, director del periódico Las Noticias. Fue condenado a cinco años de trabajo forzado y al pago de cinco mil pesos de multa, por haber publicado un artículo en el Listín Diario antes de haberlo sometido a la comisión de censura. Pero la labor nacionalista de Fiallo no culmina con el fin de La Bandera Libre, sino que por el contrario se tornó más radical y en el Congreso de la Prensa, celebrado en noviembre de 1920, propuso medidas radicales declarar "traidor a la Patria a cualquier individuo dominicano que acepte en cualquier circunstancia misión, empleo o cargo alguno en cualquier forma cooperara con el Gobierno interventor" y que el pueblo dominicano boicoteara el saludo, el trato y la palabra contra cualquier traidor dominicano.3
Fabio Fiallo es uno de los más conspícuos miembros del parnaso nacional, es más conocido por sus obras de ficción (poesía y cuento) que por sus cavilaciones en el ámbito periodísticco y sus lances como político y sus feriventes combates nacionalistas

movimientos nacionalistas


EL NACIONALISMO URBANO Y LOS PLANES DE DESOCUPACION
Durante un cierto período, todo el movimiento nacionalista, que abarcaba la generalidad de la población urbana desde los trabajadores hasta la mayoría de la burguesía, exigió la desocupación del país sin condiciones bajo la consigna de “la Pura y Simple”. Se rechazaron los planes Wilson y Harding porque contenían numerosas cláusulas limitativas de la soberanía nacional, como la presencia del consejo financiero, la permanencia de oficiales norteamericanos dirigiendo la guardia nacional, así como el reconocimiento de todos los actos y Ordenes Ejecutivas tomados por los marines durante los años de su administración. Igualmente se rechazaba en esos momentos el que se nombrase un gobierno provisional que preparase el retorno normal a la soberanía dominicana.
Luego se formuló el llamado plan Hugues Peynado, de acuerdo al cual se obviaban algunas de las exigencias más insultantes contra la soberanía nacional, el cual resivió desde el principio el apoyo de la generalidad de los líderes políticos tradicionales, como Horacio Vasquez; igualmente una parte considerable de los grupos burgueses que habían mantenido pocisiones nacionalistas consideró prudente aceptar esta salida que se planteaba como factible al menor costo posible, ya que se habían recibido amenazas de circulos políticos de los Estados Unidos en el sentido de que la no aceptación de dicho plan podría acarrear la prolongación indefinida de la ocupación militar.
Temerosos de tal eventualidad, los grupos burgueses, los políticos tradicionales y algunos grupos pequeñoburgueses consideraron que la aceptación del plan resultaba ser la única opción real para materializar la desocupación, y que debía aceptarse aun cuando contuviese numerosos elementos contrarios a sus intereses, como era la garantía de la persistencia de los reordenamientos fundamentales que en la sociedad dominicana habían impuesto los marines.
Parte de la base pegueñoburguesa consideró que, si no se apoyaba dicho plan las posibilidades de desocupación se hacian más lejanas y por ello pasó a solidarizarse con los postulados que implicaba, puesto que consideraba que lo más importante era que de una u otra forma los norteamericanos abandonasen rápidamente el país.
Así, de más en más los sectores nacionales radicales que exigían el retorno puro y simple a la soberanía dominicana fueron quedandose aislados, limitados a la porción más consciente y radical de la pequeña burguesía. De este sector surgió el Partido Nacionalista, grupo abiertamente antinorteamericano que funcionó en los momentos finales de la ocupación y durante el régimen de Vasquez.

lideres de los gavilleros

En consecuencia, el movimiento Guerrillero, en lugar de debilitarse se fortaleció, y los nombres de sus principales líderes, como Ramón Natera, Ramón Batía, Tomás Mota, Martín Peguero, Juan Pablo Marcial Guerrero, adquirieron dentro del campesinado estatura de héroes legendarios invisibles.
Marcial Guerrero y su grupo entraron en Higüey ondeando la bandera dominicana y voceando consignas nacionalistas, asaltaron la policía municipal y se retiraron luego de llevarse todas las armas.
Las guerrillas, que eran extremadamente flexibles en sus movimientos, contaban con la ayuda de la mayor parte de la población campesina, la cual le servía de punto de apoyo en las cuestiones de inteligencia para evitar las persecuciones de las tropas norteamericanas.
Y en haciendas azucareras que rodeaban a cada ingenio, los guerrilleros “tienen entre sus propios empleados a emisarios, que trabajan pacíficamente de día y están en contacto con los bandidos de la noche” reconocía un parte militar.
Para finales de 1918, el  movimiento había adquirido características muy serias. El hecho obligó a los jefes militares norteamericanos a establecer hospitales militares permanentes en San Pedro de Macorís, El Seybo y La Romana, y aún así reconocían que “la cantidad de heridos desbordaba las instalaciones”. (B. J. Calder. Obra citada. Pag.218)
A mediados de 1918, dada la magnitud del movimiento patriótico guerrillero, las supremas autoridades de la Marina de Guerra de Washington pidieron explicaciones a los jefes militares de la región Este, sobre las razones que motivaban la ampliación de la lucha en la zona, respondiendo el teniente coronel Thorpe que “los consejeros y partidarios alemanes de los insurrectos no han estado durmiendo y han realizado todos los esfuerzos para reforzar y mantener viva esta animada insurrección”.

domingo, 13 de noviembre de 2011

los gavilleros



La resistencia armada contra la ocupación militar norteamericana de nuestro país puede decirse que se inició desde el momento mismo del arribo de las primeras tropas de la marina estadounidense, cuando el adolescente, Gregorio Urbano Gilbert, armado apenas de un revolver, después de gritar a todo pulmón: ¡Viva la República Dominicana!, disparó su arma contra un grupo de soldados estadounidenses que desembarcaba en el muelle de San Pedro de Macorís.
Esa conducta de resistencia armada contra los invasores tomó fuerza casi inmediatamente en toda la región Este. Allí, el campesinado, con el apoyo de los habitantes de los pequeños pueblos, inició una poderoso movimiento guerrillero, que mantuvo en jaque por varios años a las tropas del ejército norteamericano, obligándole a la permanente movilización, a su reforzamiento y hasta a la utilización, por primera vez en el mundo, al uso del avión para la persecución y bombardeo de las zonas insurrectas.
El pueblo dominicano recuerda con fervor patriótico los nombres de los principales dirigentes de aquella resistencia heroica, a cuya cabeza marcharon: Vicente Evangelista, (a esa guerrilla se unió Gilbert), Salustiano Goicochea (Chacha), Ramón Nateras, Fidel Ferrer, maestro de escuela que abandonó el aula y tomó el fusil, y Pedro Celestino Rosario, alias Tolete.
Las poderosas columnas del movimiento patriótico de resistencia (que los norteamericanos bautizaron despectivamente como integradas por “gavilleros”), alcanzó tal grado de eficiencia en el combate contra los invasores, que los oficiales yankees no encontraban explicación alguna a la gran cantidad de bajas que sufrían, y por eso, alarmados, llegaron a creer que los guerrilleros dominicanos estaban asesorados por expertos extranjeros.
Así por ejemplo, en 1918, la magnitud de la expansión de la guerrilla de Este alcanzó niveles tales que el teniente coronel Thorpe, jefe militar de toda esa región, escribió un informe mentiroso a sus superiores que decía: “Los partidarios y consejeros alemanes de los insurrectos no han estado durmiendo y han realizado todos los esfuerzos para reforzar y mantener viva esta animada insurrección”.
A finales del 1918, las acciones guerrilleras habían crecido en número y en efectividad en sus combates contra los interventores, lo que obligó a los invasores a incrementar aún más el número de sus tropas y establecer hospitales permanentes para atender a sus heridos en San Pedro de Macorís, El Seybo y La Romana.
Asimismo, enviaron a la zona a un cuerpo de espías y ayudantes que trajeron de Puerto Rico (nación que habían convertido en colonia), y a algunos traidores dominicanos que ingresaron a su recién creada “Guardia Nacional”, entre los que se encontraba Rafael Leónidas Trujillo, donde este personaje inició su larga carrera delincuencial contra su patria.
La rebelión contra los interventores en la región Este se mantuvo viva durante varios años y comenzó su declinación cuando se conocieron en nuestro país inform aciones que indicaban que el gobierno norteamericano estaba dispuesto a iniciar conversaciones para establecer a corto plazo un plan de evacuación, propósito que finalmente se logró en 192

primera intervencion estadounidense

La primera ocupación estadounidense de la República Dominicana se produjo desde 1916 hasta 1924. Fue una de las numerosas intervenciones en América Latina realizada por las fuerzas militares estadounidense. En mayo de 1917, el contraalmirante William Banks Caperton obligó al Secretario de Guerra de la República Dominicana Desiderio Arias, quien había tomado el cargo en el gobierno de Juan Isidro Jimenes Pereyra, abandonar Santo Domingo con la amenaza de un bombardeo naval a la ciudad.

Ocupación

El Cuerpo de Marines de los Estados Unidos desembarcó y tomó el control del país dentro de dos meses, y en noviembre los Estados Unidos impuso un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp. Los marines restauraron el orden en la mayor parte de la república, con la excepción de la región oriental; el presupuesto del país fue equilibrado, su deuda había disminuido, y el crecimiento económico se reanudó; los proyectos de infraestructura produjo nuevas carreteras que unían todas las regiones del país por primera vez en su historia; una organización militar profesional, la Policía de la Guardia Dominicana o Guardia Nacional, sustituyó a las fuerzas partidistas que habían librado una lucha interminable por el poder.1
La mayoría de los dominicanos, sin embargo, muy resentidos por la pérdida de su soberanía a manos de los extranjeros, algunos de los cuales hablaban español o que aparecían verdaderamente preocupados por el bienestar de la república. Un movimiento guerrillero contó con el apoyo considerable de la población en las provincias orientales El Seibo y San Pedro de Macorís. Teniendo mayor conocimiento del terreno local, lucharon contra la ocupación de los Estados Unidos desde 1917 hasta 1921.2 Las fuerzas navales estadounidenses mantuvieron el orden durante un período de crónica y amenazadora insurrección.3
En 1916 los Estados Unidos intervinieron militarmente en la Republica Dominicana debido a la inestabilidad y economía que existe en el país.
Cuando se produjo la ocupación se trato de mantener un gobierno dominicano controlado por los Estados unidos en la persona de un superintendente, pero al no hallar colaboración de ciudadanos ni en Santo Domingo ni en las capitales de las provincias, se estableció un gobierno militar.
El control se consiguió con el desarme forzoso del pueblo y el retiro paulatino de los bandos.
Durante la intervención norteamericana se tomaron muchas medidas entre las que se encuentran:
La creación de la guardia nacional, desarrollo de un programa de obras publicas, organización de la administración publica, la creación de una ley de enseñanza, la creación del laboratorio nacional, entre otras.
La Intervención también tuvo muchas medidas negativas, las cuales conllevaron al repudio de la población y por consiguiente esto provoco la desocupación. Al marcharse las tropas del territorio dominicano, dejan el planteamiento de ese nuevo esquema de poder a través de la institución militar, y condiciono el resurgimiento de Horacio Vásquez.